Fosforerita


Fósforos, fosforeras,
palomitas en bandadas
que encontré en las madrugadas
de mi loca juventud.
Escuchando los piropos
de patotas embriagadas
que en alegres carcajadas
ofendieron tu virtud.

Obreritas de mi pueblo,
tan alegres, tan limpitas,
que encontré en las mañanitas
cuando el sol iba a llegar.
Hoy los miro con respeto
y bendigo vuestras manos
que era el pan de tus hermanos
y alegría de un hogar.

No penséis nunca en las sedas,
ni perturben tus sentidos,
los carmines y vestidos
que serán tu perdición.
Y esperad siempre que un día
las patotas embriagadas
callarán sus risotadas
y te pedirán perdón.


Autor(es): Amaro Giura, Bartolomé Chapela