Calla
Yo no soy quién para juzgarte.
Si fuera Dios te salvaría.
Antes que vos llegaras,
el barro que pisaste,
las culpas y el pecado,
muchacha, ya existían.
Quién es el puro que señala.
Dónde está el justo que castiga.
Quién te puede decir mala,
si mirándome en tu alma,
yo te siento más mi amiga.
¡Calla!
No llores, es la vida.
Lloras
Imploras redención.
Mala te llaman,
te acusan, te castigan,
y aquí sobre tu herida
la desesperación
¡Calla!
Tu culpa está en la vida.
¡Calla!
No tienen corazón.
Qué puedo hacer para salvarte.
Si fuera Dios te salvaría.
Déjame que te abrace,
muchacha, tiernamente,
déjame que se unan
tus penas con las mías.
Quién más que vos estás pagando,
todo el dolor que hay en la vida,
pero no, no pienses nada,
que aunque el necio te señala
yo te siento más amiga.
Autor(es): Manuel Barros, Roberto Rufino