Puñadito de sal


Puñadito,
dime qué tienes en tu mirada.
¡Ay, serrana!...
Yo por ti estoy loco de amor.
Es tu sangre
lava hirviente nacida del moro,
y en tus coplas
viertes tu alma de grana y de oro.

Puñadito de sal,
andaluza gentil,
en tu pecho palpita Granada
y tus labios de hurí,
cual un rojo clavel
son promesas de besos de miel.

Puñadito.
¡Puñadito de sal, flor gitana!
¡Ay, serrana!
De azahares derrochas perfume.
Quiero hacerte
en Sevilla un castillo de flores,
para que en él
estén juntitos nuestros corazones.


Autor(es): Lito Más, Nicolás Verona