Ya sale el tren
Ya sale el tren.
El humo pinta el cielo
y en el andén
agito mi pañuelo.
Ruedas que rechinan
con la angustia del adiós
y ella, mi muñeca,
que se ahoga con su tos.
Se va en el tren
mi pobre novia enferma...
Mi corazón
se muere en el andén.
¡Qué ganas de arrastrarme hasta sus brazos y llorar!
¡Qué ganas de gritar lo que presiento!
Le baila en las pupilas la esperanza de volver
y tengo que esconder tanto tormento...
Es que tengo miedo que sus ojos
sepan por mi angustia su final.
Y así, con mi locura de rezar o maldecir,
quisiera allí a sus pies morir.
Ya nunca más
la cubriré de besos.
Ya nunca más
vendré por su regreso...
Siento que mi alma
se desangra en el andén
mientras su esperanza
pone risas en el tren.
Adiós, mi bien...
Cuando el vagón se aleje
me quedaré
llorando en el andén.
Ya sale el tren...
Adiós, mi bien.
Autor(es): Luis Rubistein