Y te parece todavía
Te importó destrozarme la vida
y arrastrar mi esperanza al espanto.
Te importó que se hundieran en llanto,
mi amor y mis sueños. ¿No es cierto que no?
Te importó que grité de rodillas,
no me hagas sufrir de este modo.
Y querés que me olvide de todo,
cerrando mis ojos a tanto dolor.
Vos me has hecho mucho daño,
te adoraba y me mentías.
¡Pero tanto, tanto daño,
todo, todo el que podías!
¿Te parece todavía
que te puedo perdonar?
Vos serás como una herida
para el resto de mi vida,
pero otra cosa, ¡jamás!
Si era yo quien te hubiese mentido,
quien te hubiera llenado de agravios.
Con la pura verdad en tus labios,
no es cierto que harías, lo mismo que yo.
Te callás porque se lo que digo,
porque puedo gritar lo que siento,
porque ahora no sos mi tormento,
no sos mi locura, ni quiero tu amor.
Autor(es): Abel Aznar, Juan Carlos Howard