Cautiva del río

Te hallé, cariño, recuerdas,
junto a la playa que besa el río
y alzándote entre mis brazos
te puse junto a mi pecho tibio.

Como a una dulce paloma
te di el arruyo de mis cantares
y nació el amor como en un vergel,
en el rancho aquel junto a los palmares.

Y desde entonces me he sentido aprisionado,
vives a orillas del manso río enamorada,
la luna azul que detrás del monte imponen las aguas,
hilos de plata y en tus pupilas felicidad.

Una garza es un pañuelo
con sed de cielo, lejos se va,
como a un capullo que el viento
le arrebatara al algodonal.

Y en el ámbito escondido
verde violeta, murió la tarde,
la noche llegó envuelta en jazmín
y te halló felíz junto a los palmares.

Y desde entonces me he sentido aprisionado,
vives a orillas del manso río enamorada,
la luna azul que detrás del monte imponen las aguas,
hilos de plata y en tus pupilas felicidad.