Jacinto se llama

Yo recuerdo a un ruiseñor
que siempre cantaba
con la voz del corazón
y todas sus ganas;
el destino lo llevó
sin decirnos nada.

Con su canto se ausentó
una madruga
sin dejarnos un adiós
nos queda su alma
ahora vive junto a Dios:
Jacinto se llama.

La dulzura de su voz
igual que la añapa
como un rayito de sol
creció en su garganta
y el misterio lo llevó
A la Salamanca.

Ya nadie podrá olvidar
a Jacinto Piedra,
gran amigo de verdad
que todos recuerdan.
En la Banda quedará
con la chacarera.

Yo recuerdo un ruiseñor
sencillito y criollo
muchos dicen con razón
el mejor de todos.
El pueblo lo bautizó
el garganta de oro.

Rezabaile del dolor,
los duendes le llaman
a la magia y al amor
que hay en la vidalas
que Jacinto nos dejó
cuando las cantaba.

Juan Saavedra mudanceó
Llorando el monte
por la ausencia del cantor
Diciendo su nombre
que Peteco lo guardó
y en su violín se oye.

Ya nadie podrá olvidar
a Jacinto Piedra,
gran amigo de verdad
que todos recuerdan.
En la Banda quedará
con la chacarera.