La yuya

Cuando salí de Santiago
todo el camino pensaba
que solo con mi ponchito
y mis alpargatas sobraban.

Llegando a Buenos Aires
me di cuenta el equivoco
porque a veces no comía
y al otro día tampoco.

Así barajao' el naipe
venía la cosa muy fea
pensando en parar la olla
dentré a cantar chacareras.

Chacarera, chacarera
que me has salvado la plata
yuyando dejé Santiago
no tiene riendas pero ata.

Que lindo es el mate i' leche
cuando lo ceban seguido
más lindo cuando en el locro
viene el ocoti tupido.

¡Bienhaiga este Buenos Aires
tan lindo pa' aquerenciarse!
Tan fácil que es pa' perderse
tan costoso pa' zafarse.

Me llaman el pobre tonto
los que no entienden la vida
con zambas y chacareras
voy ganando la partida.

Chacarera, chacarera
que me has salvado la plata
yuyando dejé Santiago
no tiene riendas pero ata.