Cholita

Tangos

No desesperes sufre y llora,
que llorando has de calmar…
esa pena que te mata
desde que supiste amar;
llora en silencio y luego olvida
la amargura que dejó
dentro de tu alma herida
el que ayer te abandonó.

Tú lo quisiste, lo amabas con locura,
y lo seguiste acaso sin saber
adonde ibas a para con ése
que te hacia confiar en su querer;
y ha sucedido… lo que sucede siempre,
llegó un mal día, sin ver que hacía mal,
«Adiós», te dijo y te dejó… en recuerdo
una deuda de amor y una postal…

¡Pobre Cholita!, delicada
muñequita de salón…
eras antes, ya no ríes,
sólo inspiras compasión,
pues a tu paso por la vida
vana gloria todo fue,
como el cálido perfume
de una flor de cabaret.

Eras le envidia del barrio y las miradas
eran tan solo como hechas para ti,
no había uno que no se prendara
de tu gracia y tu porte pan… así
hoy ya no sales como antes a la puerta
porque la gente se burla de tu ayer
y se te ve tan solo en los momentos
que sales caminito al taller.

Fue tu destino, la milonga
te sedujo y te perdió…
por ser buena con el hombre
que quisiste y te engañó.
Oh, milonguita de mi barrio,
llora, llora tu pesar,
que tu corazón las penas
un alivio han de encontrar.

Autor(es): Ángel Marino, Nicolás Blois
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