No lo van a lograr

Si se quieren quedar con la risa y la fe,
y con nuestro calor y con nuestra honradez;
nuestro modo de ver, de sentir, de soñar,
nuestra forma de andar, de luchar, de creer.
Si se quieren llevar tu corazón también,
y con todo arrasar —como hicieron al fin con los peces y el pan—,
si nos quieren dejar sin pasión y sin piel...
vos me vas a ayudar: ¡no lo van a lograr!
¡No lo van a lograr! Es muy fácil de ver:
a la fuerza del mar
ni el más cruel tiburón se le puede oponer.

No detiene a un ciclón
la pared de cartón,
ni detiene a un jardín
el brutal berretín del que aplasta una flor.
Nuestra forma de ser,
de reír, de cantar,
de pensar y de hablar,
si nos quieren cambiar: ¡no lo van a lograr!

No lo van a lograr, porque vos, porque aquel,
tienen algo mejor que un discurso de hiel:
tienen fe en la verdad, y esa fiel sencillez
del que vive muy lejos de la estupidez.
No se van a quedar con el valor mayor:
con la fuerza interior, con las ganas de dar, con el beso de amor;
ni con nuestra obsesión por brindar amistad,
ni con nuestra ilusión. ¡No lo van a lograr!
¡No lo van a lograr! Es muy fácil de ver:
a la fuerza del mar
ni el más cruel tiburón se le puede oponer.