Vení vení

Tangos

Yo te amé como ninguna te ha de amar
y en la alegre misiadura del bulín.
fue tu encanto milonguero de arrabal.
un sol que iluminó mi loco berretín.
Florecieron en tu fueye rezongón
la voz dulce con los besos que te di
y en el polvo de mi negro metejón
te fuiste y me robaste el corazón.

Vení, vení, no seas así
a vos te sobra corazón.
Seré mejor de lo que fui,
dale, dale que vos tenes razón.
Pero vení, vení no seas así,
no debe haber rencor entre los dos.
Volvé de nuevo, amor, a aquel bulín,
lo que pasó, pasó.

Me preguntan mis amigas del café,
si me ven tomar un trago de licor,
dónde está todo tu orgullo de mujer
qué fácil es decir largalo y se acabó.
Yo te amé, como ninguna te ha de amar,
y en la alegre misiadura del bulín,
fue tu encanto milonguero de arrabal
un sol que iluminó mi loco berretín.

Autor(es): Enrique Cadícamo, Juan Carlos Cobián
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