Noche callada

Tangos

Recuerdo que jue una noche
callada y triste como un gemido,
recuerdo que jue una noche
cuando la indina me echó al olvido.
Aprovechando mi ausencia
se jue con otro la muy taimada,
y en tinieblas mi querencia
dejó cercada con su maldad.

Ya no busco aquella mujer
que mintiera
y por tanto tiempo un querer
me fingiera,
porque eché al olvido su traición
y sus yerros
y le he tirao su corazón
a los perros.
Ya no lloro su mal proceder,
compadre, aunque le asombre,
porque fuerte ha de hacerse l’hombre
en cuestiones de mujeres.
Y los años que le hablarán
de mi amor
su traición le recordarán
con dolor.

Es ya una vana ilusión
que en el rosal de mis sueños
florezcan nuevos ensueños
que ha matado su traición,
que esta noche, compañero,
noche callada y tristona,
cual lamento de bordona
que llora bajo un alero,
juré olvidar la perjura
y al traidor que la robara,
y aunque nunca la olvidara,
el hombre que es un hombre y jura
cumple y se guarda sus llantos;
hoy estrujo el corazón
dando al viento mi canción
que son lágrimas mis cantos.

Autor(es): Eduardo Beccar, Julio De Caro
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