Gaucho con botas

Me contaron que había fiesta en la ranchada
y resulta que era un baile de salón,
con un piso de madera bien lustrada
y de entrada... qué porrazo... ¡lo medí de un refalón!
Se llevaron mi chambergo al guardarropa,
lo pusieron encimao a mi facón.
¡Me invitaron con naranja en una copa
yo que tomo solamente la giñebra del porrón!

No voy más a un salón,
ya lo sé pa’ otra vez:
Gaucho con botas
no caza chinitas,
polca de gringos
se baila al revés.

Empezaron a tocar los musiqueros
bien parejo, todos juntos a la vez.
Amalhaya con los bailes tan ligeros;
en las vueltas se enredaba en un nudo los dos pies.
A una china la espanté de una patada,
la segunda se quejó de un pisotón,
la tercera me miró como asustada,
dijo: “-Gracias... hoy no bailo.—” Tuvo miedo al revolcón.

No voy más a un salón,
ya lo sé pa’ otra vez:
Gaucho con botas
no caza chinitas,
polca de gringos
se baila al revés.

Me sirvieron otra vuelta ‘e naranjada,
me vendieron cuatro rifas de un lechón.
¡Y mis botas cada vez más apretadas!
Eran nuevas... lustraditas... y yo siempre de plantón.
¡Cuántos lances con las rubias y morochas!
Pero al ñudo, ni una vieja me miró.
Me sentía como un perro en cancha’e bochas
no perdía la esperanza... pero el baile terminó.

No voy más a un salón,
ya lo sé pa’ otra vez:
Gaucho con botas
no caza chinitas,
polca de gringos
se baila al revés.