Viejo lindo

Tangos

Unos me piden que cante un tango para un olvido,
para ese amor que se ha ido, que ya nunca ha de volver.
Otros me dicen que diga que el amor es cosa linda
que si es por el que lo brinda muy feliz tiene que ser.
Alguien quiere algún recuerdo para el barrio en que ha nacido
esas calles que han querido las recuerda la niñez.
Muchos me dicen que diga un verso para la madre
pero, ¿por qué nunca al padre lo recuerdan ni una vez?

Viejo lindo,
con tu clásico bigote,
sabés lo bien que este brote
que tu mano cultivó
te agradece
ese riego de cariño
cuando era arbolito niño
que tanto lo enderezó.
Hoy el tiempo
quiso pagar tu tributo
que este árbol diera sus frutos
y que te puedan llamar
abuelito...
gracias por tanto consejo
pero, qué digo, si el viejo
ya no me puede escuchar.

Cada tango es un recuerdo, el autor sangra una herida,
o un pasaje de la vida que le alegró el corazón.
Por eso, cuando se escucha queda el alma entristecida
porque quién no tuvo un barrio, una novia, una ilusión,
quién no tuvo la esperanza de que la madre era eterna,
quién no bebió el agua turbia en la fuente del amor.
Y quién no tuvo ese amigo que nos diera el apellido,
por eso que hoy he querido dedicarle esta canción.

Autor(es): Roberto Medina
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